Löydetty 55 Tulokset: Joaquín

  • Por mi vida -dice el Señor- que aunque Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, fuera un anillo en mi mano derecha, le arrancaría de allí. (Jeremías 22, 24)

  • El Señor me mostró dos cestas de higos, que estaban delante del templo del Señor. Esto sucedió después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado al destierro, de Jerusalén a Babilonia, a Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, con sus nobles, sus cerrajeros y sus herreros. (Jeremías 24, 1)

  • Palabra que fue dirigida a Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá el año cuarto de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá, esto es, el año primero de Nabucodonosor, rey de Babilonia. (Jeremías 25, 1)

  • Al comienzo del reinado de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá, me fue dirigida esta palabra de parte del Señor: (Jeremías 26, 1)

  • El rey Joaquín, con todos los oficiales y magistrados, al oír sus palabras trató de darle muerte. Urías se enteró de ello y atemorizado huyó a Egipto. (Jeremías 26, 21)

  • Pero el rey Joaquín mandó algunos hombres a Egipto: Elnatán, hijo de Acbor, con otros cuantos, (Jeremías 26, 22)

  • los cuales sacaron de Egipto a Urías y lo condujeron al rey Joaquín, quien le mandó matar a espada y arrojar el cadáver a la fosa común. (Jeremías 26, 23)

  • y que Nabucodonosor, rey de Babilonia, no se llevó cuando deportó de Jerusalén a Babilonia a Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, y a todos los principales de Judá y Jerusalén. (Jeremías 27, 20)

  • Haré también regresar a este lugar a Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, y a todos los cautivos de Judá que fueron a Babilonia -dice el Señor-. Sí, yo romperé el yugo del rey de Babilonia". (Jeremías 28, 4)

  • Palabra que el Señor dirigió a Jeremías en tiempo de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá. (Jeremías 35, 1)

  • El año cuarto de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá, el Señor dio esta orden a Jeremías: (Jeremías 36, 1)

  • Fue cuando en el año quinto de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá, fue convocado a un ayuno ante el Señor todo el pueblo de Jerusalén y toda la multitud llegada a Jerusalén de las ciudades de Judá. (Jeremías 36, 9)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina