Löydetty 241 Tulokset: Levanto

  • Betsabé entró en la sala del rey Salomón para hablarle en favor de Adonías. El monarca se levantó para recibirla, le hizo una inclinación, se sentó en el trono y mandó que pusieran un sillón a su madre, la cual se sentó a su derecha. (I Reyes 2, 19)

  • se levantó, aparejó su asno, se fue a Gat, adonde Aquís, a buscar a sus criados, y se los trajo de allí. (I Reyes 2, 40)

  • ella se levantó a medianoche, tomó a mi niño de mi lado, mientras tu sierva dormía, y lo acostó en su regazo, y a su hijo muerto lo acostó en mi seno. (I Reyes 3, 20)

  • Salomón levantó las columnas en el pórtico del santuario; al levantarlas llamó a la de la derecha "yaquín", y a la de la izquierda, "boaz". La parte superior de las columnas tenía forma de flor de loto. (I Reyes 7, 21)

  • Al terminar de hacer al Señor esta oración y súplica, Salomón se levantó de delante del altar del Señor, donde estaba arrodillado, y con las manos levantadas hacia el cielo, (I Reyes 8, 54)

  • La mujer de Jeroboán se levantó y salió para Tirsá. Cuando entraba por el umbral de la casa, el niño murió. (I Reyes 14, 17)

  • Levantó un altar a Baal en el templo de Baal que edificó en Samaría. (I Reyes 16, 32)

  • Elías se levantó y se fue a Sarepta. Cuando entraba por las puertas de la ciudad, vio a una mujer viuda, que estaba recogiendo leña. La llamó y le dijo: "Tráeme, por favor, en un vaso un poco de agua para beber". (I Reyes 17, 10)

  • Se levantó, comió y bebió, y con la fuerza de aquel manjar caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte de Dios, el Horeb. (I Reyes 19, 8)

  • Se apartó de Elías, tomó la yunta de bueyes y la inmoló; y con los aperos de los bueyes coció la carne y la repartió a la gente para que la comiera. Luego se levantó, siguió a Elías y fue su servidor. (I Reyes 19, 21)

  • Pero la madre del niño replicó: "¡Por el Señor y por tu vida que no te dejaré!". Eliseo se levantó y la siguió. (II Reyes 4, 30)

  • El criado del hombre de Dios se levantó de madrugada y, al salir, vio la tropa que sitiaba la ciudad con caballos y carros. El muchacho dijo a Eliseo: "¡Ay, señor mío!, ¿qué hacemos?". (II Reyes 6, 15)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina