Löydetty 789 Tulokset: Moisés

  • Los hijos de Jobab, el quenita, suegro de Moisés, subieron con los de Judá desde la ciudad de las palmeras al desierto que está al mediodía de Judá, en la bajada de Arad, y vivieron con los amalecitas. (Jueces 1, 16)

  • Siguiendo las órdenes de Moisés, Hebrón fue dado a Caleb, que echó de allí a los tres hijos de Anac. (Jueces 1, 20)

  • Ellos sirvieron para probar a Israel, para ver si guardaba los preceptos que el Señor había dado a sus padres por medio de Moisés. (Jueces 3, 4)

  • Jéber, el quenita, se había separado de la tribu de Caín, de los hijos de Jobab, suegro de Moisés, y había plantado sus tiendas alrededor de la encina de Saananín, cerca de Cades. (Jueces 4, 11)

  • Los de Dan entronizaron el ídolo para adorarlo, y Jonatán, hijo de Guersón, hijo de Moisés, él y sus hijos, fueron los sacerdotes de la tribu de Dan hasta el destierro. (Jueces 18, 30)

  • Samuel dijo al pueblo: "Testigo es el Señor, que suscitó a Moisés y Aarón y sacó a vuestros padres de Egipto. (I Samuel 12, 6)

  • Cuando Jacob y sus hijos bajaron a Egipto, los egipcios los oprimieron, y vuestros padres clamaron al Señor. El Señor envió a Moisés y Aarón, que los sacaron de Egipto y los instalaron en esta tierra. (I Samuel 12, 8)

  • Observa los preceptos del Señor, tu Dios, caminando por sus sendas, guardando sus mandamientos, sus preceptos, sus decretos y normas, según está escrito en la ley de Moisés, a fin de que tengas éxito en cuanto hagas y emprendas, (I Reyes 2, 3)

  • En el arca no había más que las dos tablas de piedra, que puso allí Moisés en el Horeb, cuando el Señor hizo la alianza con los israelitas a su salida de Egipto. (I Reyes 8, 9)

  • pues tú los separaste como heredad tuya de entre todos los pueblos de la tierra, conforme a lo que dijiste por medio de Moisés, tu siervo, cuando sacaste a nuestros padres de Egipto, ¡oh Señor, Señor!". (I Reyes 8, 53)

  • "¡Bendito sea el Señor, que ha concedido la paz a su pueblo Israel, tal como lo había prometido! Ni una sola de sus promesas de bienandanza, hechas por medio de Moisés, su siervo, ha fallado. (I Reyes 8, 56)

  • Pero no mató a los hijos de los asesinos, conforme a lo escrito en el libro de la ley de Moisés: "Los padres no morirán por la culpa de los hijos, ni los hijos por culpa de los padres, sino que cada uno morirá por su propio pecado". (II Reyes 14, 6)


“Submeter-se não significa ser escravo, mas ser livre para receber santos conselhos.” São Padre Pio de Pietrelcina