Löydetty 931 Tulokset: Ofrendas del Templo

  • "Si un individuo comete un sacrificio pecando por inadvertencia contra los derechos sagrados del Señor, presentará al Señor, como sacrificio de reparación, un carnero del ganado sin defecto, valorado y calculado en plata, según la tasa oficial del templo. (Levítico 5, 15)

  • No será cocido con levadura. Se lo doy a ellos como parte de las ofrendas quemadas en mi honor: es una porción sacrosanta, como parte que queda del sacrificio por el pecado y del sacrificio de reparación. (Levítico 6, 10)

  • El que coma las grasas de los animales que se presentan al Señor como ofrendas quemadas, será extirpado de su pueblo. (Levítico 7, 25)

  • Ésa es la parte de Aarón y la de sus hijos sobre las ofrendas quemadas en honor del Señor, a partir del día en que el Señor los consagró como sacerdotes suyos. (Levítico 7, 35)

  • Así se lo prescribió el Señor a Moisés en el monte Sinaí el día que ordenó a los israelitas en el desierto del Sinaí presentar sus ofrendas al Señor. (Levítico 7, 38)

  • Las comeréis en lugar sagrado, porque es porción reservada para ti y tus hijos de las ofrendas quemadas en honor del Señor. Ésta es la orden que yo he recibido. (Levítico 10, 13)

  • El sacerdote que hace el rito de la purificación pondrá al que se va a purificar, juntamente con sus ofrendas, a la entrada de la tienda de la reunión delante del Señor; (Levítico 14, 11)

  • Estarán consagrados a su Dios y no profanarán su nombre, pues son ellos los que presentan las ofrendas al Señor, alimento de su Dios; estarán en estado de santidad. (Levítico 21, 6)

  • Ningún descendiente del sacerdote Aarón que tenga algún defecto podrá acercar las ofrendas al Señor; tiene un defecto, y por tanto no se acercará a ofrecer el alimento de su Dios. (Levítico 21, 21)

  • Podrá comer el alimento de su Dios, a saber, las ofrendas santas y santísimas; (Levítico 21, 22)

  • Diles: Cualquier descendiente que se acerque en estado de impureza a las ofrendas santas consagradas al Señor por los israelitas, será extirpado de mi presencia: yo, el Señor. (Levítico 22, 3)

  • De otra manera, cargarían sobre ellos una falta que exigiría reparación, pues yo soy el Señor, que santifico sus ofrendas". (Levítico 22, 16)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina