Löydetty 575 Tulokset: País

  • Y cuando, al recorrer el país, encuentren huesos humanos, pondrán junto a ellos una señal hasta que los entierren los sepultureros en el valle de Hamón Gog. (Ezequiel 39, 15)

  • La localidad se llamará también Hamoná. Así purificarán el país. (Ezequiel 39, 16)

  • Será una porción santa del país reservada a los sacerdotes que ejercen el ministerio del santuario y se acercan al Señor para servirle; aquí podrán construir sus casas y tendrán un espacio consagrado al santuario. (Ezequiel 45, 4)

  • del país. Ésta será su posesión en Israel. Así mis príncipes no oprimirán más al pueblo, sino que dejarán el país a la casa de Israel, a sus tribus. (Ezequiel 45, 8)

  • Toda la población del país estará obligada a presentar tal ofrenda al príncipe de Israel. (Ezequiel 45, 16)

  • El príncipe ofrecerá aquel día por él y por todo el pueblo del país un novillo en sacrificio por el pecado. (Ezequiel 45, 22)

  • Esto dice el Señor Dios: Éstas serán las fronteras de la tierra que repartiréis entre las doce tribus del país, teniendo presente que José recibirá una porción doble. (Ezequiel 47, 13)

  • Éstos serán los límites del país. Por el norte: Desde el mar Mediterráneo, pasando por Jetlón, hasta la entrada de Jamat, Sedad, (Ezequiel 47, 15)

  • Así les corresponderá una porción tomada sobre la parte santísima del país, junto al territorio de los levitas. (Ezequiel 48, 12)

  • No podrán vender, ni cambiar, ni ceder nada de esta parte mejor del país, porque está consagrada al Señor. (Ezequiel 48, 14)

  • No hemos escuchado a los profetas, tus siervos, que hablaban en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo del país. (Daniel 9, 6)

  • A ti, oh Señor, la justicia; a nosotros la vergüenza, como ahora la soportan los hombres de Judá, los habitantes de Jerusalén y de todo el país, próximos y lejanos, en todas las tierras donde los has dispersado por los delitos que cometieron contra ti. (Daniel 9, 7)


“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina