Löydetty 48 Tulokset: Perdón

  • De mañana se vuelve al Señor, su creador, con todo su corazón, y delante del altísimo derrama su súplica; abre su boca en la oración y pide perdón de sus pecados. (Eclesiástico 39, 5)

  • Y Fineés, el hijo de Eleazar, fue el tercero en dignidad, por haber mostrado celo en el temor del Señor y haberse mantenido firme cuando la revuelta del pueblo con noble coraje; él fue quien obtuvo así el perdón para Israel. (Eclesiástico 45, 23)

  • Así será perdonado el crimen de Jacob; éste será todo el precio del perdón de su pecado: que reduzca todas las piedras de los altares a piedras calizas pulverizadas; que no se alcen más columnas sagradas ni estelas solares. (Isaías 27, 9)

  • Deje el malvado su camino, y el malhechor sus pensamientos; conviértase al Señor, que tendrá piedad de él; a nuestro Dios, que es generoso en el perdón. (Isaías 55, 7)

  • Los estrellaré el uno contra el otro, los padres contra los hijos, dice el Señor. Sin piedad, sin misericordia, sin perdón, los aniquilaré". (Jeremías 13, 14)

  • Al Señor Dios nuestro la misericordia y el perdón, porque nos hemos rebelado contra él (Daniel 9, 9)

  • Juan Bautista se presentó en el desierto bautizando y predicando un bautismo para la conversión y el perdón de los pecados. (Marcos 1, 4)

  • pero quien blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás y cargará con su pecado eternamente". (Marcos 3, 29)

  • para anunciar a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados, (Lucas 1, 77)

  • Y él fue recorriendo toda la región del Jordán, predicando un bautismo de conversión para recibir el perdón de los pecados, (Lucas 3, 3)

  • y que hay que predicar en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén. (Lucas 24, 47)

  • Y Pedro les dijo: "Arrepentíos, y que cada uno de vosotros se bautice en el nombre de Jesucristo para el perdón de vuestros pecados; entonces recibiréis el don del Espíritu Santo. (Hechos 2, 38)


“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina