Löydetty 25 Tulokset: Providencia Divina

  • Moisés dijo a Aarón, a Eleazar e Itamar, hijos de Aarón: "No os despelucéis ni rasguéis vuestras vestiduras; así no moriréis ni se encenderá la ira divina contra toda la comunidad; vuestros hermanos, toda la casa de Israel, son los que deben llorar a los que el Señor ha destruido por el fuego. (Levítico 10, 6)

  • Rut salió para espigar en un campo detrás de los segadores, y quiso la providencia que fuese a dar a una parcela de Booz, de la familia de Elimélec. (Rut 2, 3)

  • Todo Israel se enteró de la sentencia que el rey había pronunciado y todos temieron al rey, viendo que había en él una sabiduría divina para administrar justicia. (I Reyes 3, 28)

  • Abandonaron el templo del Señor, Dios de sus padres, y dieron culto a imágenes de Aserá y a otros ídolos. Esto provocó la cólera divina, que cayó sobre Judá y Jerusalén. (II Crónicas 24, 18)

  • Luego me levanté de noche, con unos cuantos hombres, sin manifestar a nadie lo que por inspiración divina iba a hacer por Jerusalén, llevando sólo el caballo que yo montaba. (Nehemías 2, 12)

  • Salmo de Asaf Dios se levanta en la asamblea divina, juzga en medio de los dioses. (Salmos 82, 1)

  • Recorrió las ciudades de Judá, exterminó a los malvados y apartó de Israel la cólera divina. (I Macabeos 3, 8)

  • Por la intervención divina había quedado sin palabra y sin esperanza alguna de salud. (II Macabeos 3, 29)

  • pero tu providencia, oh Padre, va al timón; porque hasta en el mar trazaste camino y senda segura entre las olas, (Sabiduría 14, 3)

  • La visita divina se extenderá a los ídolos de los gentiles, porque en la creación de Dios se han convertido en algo aborrecible, en escándalo para las almas de los hombres y en lazo para los pies de los necios. (Sabiduría 14, 11)

  • Estos malvados, que habían querido oprimir al pueblo santo, yacían prisioneros de las tinieblas y encadenados por una larga noche, encerrados bajo sus techos, excluidos de tu eterna providencia. (Sabiduría 17, 2)

  • A la vista de estas insignias, el exterminador retrocedió asustado, pues era suficiente la simple experiencia de la ira divina. (Sabiduría 18, 25)


O maldito “eu” o mantém apegado à Terra e o impede de voar para Jesus. São Padre Pio de Pietrelcina