Löydetty 73 Tulokset: Punto

  • que tuviera también piedad de la ciudad devastada, a punto de ser completamente arrasada; que oyera el clamor de la sangre, que pedía a gritos justicia; (II Macabeos 8, 3)

  • Cuando ya los soldados estaban a punto de ocupar las torres y forzar la puerta de entrada y dada la orden de prenderle fuego, Razías, rodeado por todas partes, hundió en sí mismo su espada, (II Macabeos 14, 41)

  • Pero con las prisas, no se hizo una herida mortal y, cuando los soldados estaban a punto de penetrar por las puertas, se arrastró valerosamente sobre el muro y se arrojó varonilmente encima de los soldados. (II Macabeos 14, 43)

  • Otro, al hacerse a la mar y a punto de desafiar el furor de las olas, implora a un tronco más frágil aún que el barco que lo lleva. (Sabiduría 14, 1)

  • Ellos le dijeron: "Esto dice Ezequías: Día de angustia, de castigo y oprobio es este día; los niños están a punto de nacer, pero falta la fuerza para darlos a luz. (Isaías 37, 3)

  • las nubes, cuando reciben de Dios la orden de recorrer toda la tierra, la ejecutan al punto; y el fuego, enviado de lo alto a devorar montes y bosques, cumple lo que se le ha encomendado. (Baruc 6, 61)

  • Y me dijo: "¿Has visto, hijo de hombre? ¿Acaso no le basta al pueblo de Judá cometer las acciones nefastas que cometen aquí, para que llenen también el país de violencia, hasta el punto de provocar aún mi cólera? Mira cómo se llevan el ramo a las narices. (Ezequiel 8, 17)

  • Porque esto dice el Señor Dios: Te he pagado con arreglo a lo que hiciste, al menospreciar el juramento hasta el punto de quebrantar la alianza. (Ezequiel 16, 59)

  • En Edén, jardín de Dios, vivías. Innumerables piedras preciosas adornaban tu manto: rubí, topacio, diamante, crisólito, piedra de ónice, jaspe, zafiro, carbunclo y esmeralda; de oro era el borde de tu manto, de oro las incrustaduras, todo a punto desde el día en que fuiste creado. (Ezequiel 28, 13)

  • Aquellos que no se prosternen y la adoren serán al punto arrojados en un ardiente horno de fuego". (Daniel 3, 6)

  • Al salir el sol, Dios mandó un viento sofocante del este, y el sol abrasador caía sobre la cabeza de Jonás, el cual, a punto de desvanecerse, se deseaba la muerte y decía: "Más vale morir que vivir". (Jonás 4, 8)

  • Pondrá su pie en el monte de los Olivos, que está delante de Jerusalén, al oriente. El monte de los Olivos se dividirá en su punto medio en dirección este-oeste, dejando en el medio un gran valle; una mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur. (Zacarías 14, 4)


“Para que se preocupar com o caminho pelo qual Jesus quer que você chegue à pátria celeste – pelo deserto ou pelo campo – quando tanto por um como por outro se chegará da mesma forma à beatitude eterna?” São Padre Pio de Pietrelcina