Löydetty 33 Tulokset: Regalos

  • como días en que los judíos se deshicieron de sus enemigos, y mes en que la tristeza se convirtió en alegría y el luto en regocijo. Estos dos días debían convertirse en días de banquete y alegría, haciéndose regalos unos a otros y dando donativos a los pobres. (Ester 9, 22)

  • El rey dio un cargo a Mardoqueo en palacio y en agradecimiento le hizo muchos regalos. (Ester 12, 5)

  • Acércate el primero y cumple el mandato del rey, como lo han hecho los de Judá y los que han quedado en Jerusalén. Tú y los tuyos seríais honrados con la amistad del rey, y premiados con plata, oro y muchos regalos". (I Macabeos 2, 18)

  • Temió entonces no tener -ya le había sucedido otras veces- para los gastos y regalos que antes repartía generosamente, superando a los reyes anteriores. (I Macabeos 3, 30)

  • Seamos amigos. Dame tu hija por mujer; yo seré tu yerno y te daré, lo mismo que a ella, regalos dignos de ti". (I Macabeos 10, 54)

  • Jonatán llegó a Tolemaida con gran pompa, y se entrevistó con los dos reyes. A los dos y a sus amigos les ofreció una gran cantidad de oro y plata y otros muchos regalos, ganándose así su favor. (I Macabeos 10, 60)

  • Por eso lo recibió con honores, lo presentó a todos sus amigos, le hizo regalos y ordenó a sus amigos y soldados que le obedeciesen como a él mismo. (I Macabeos 12, 43)

  • Mandó también emisarios a Guézer con la orden de matar a Juan. Solicitó por carta de los comandantes de las tropas judías que se unieran a él, prometiéndoles plata, oro y regalos. (I Macabeos 16, 19)

  • en el que el rey recibió y dio muchos regalos. (II Macabeos 1, 35)

  • Regalos y dones ciegan los ojos de los sabios, y como un bozal en la boca impiden los reproches. (Eclesiástico 20, 29)

  • Pues de Dios procede el arte de curar, y del rey recibirá regalos. (Eclesiástico 38, 2)

  • Tus jefes son unos rebeldes, compinches de ladrones; todos hambrean recompensas y van detrás de los regalos; no hacen justicia al huérfano, ni atienden la causa de la viuda. (Isaías 1, 23)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina