Löydetty 35 Tulokset: Salvajes

  • Dios dijo: "Produzca la tierra animales vivientes según su especie: ganados, reptiles y bestias salvajes según su especie". Y así fue. (Génesis 1, 24)

  • Y con ellos, todas las especies de bestias salvajes, ganados, reptiles y aves. (Génesis 7, 14)

  • Perecieron todos los seres vivientes que se mueven en la tierra, aves, ganados, bestias salvajes y toda la humanidad; (Génesis 7, 21)

  • Todos los seres vivientes sobre la superficie de la tierra fueron exterminados; hombres y bestias salvajes, reptiles y aves del cielo desaparecieron de la tierra. Únicamente quedó Noé y los que estaban con él en el arca. (Génesis 7, 23)

  • Y todas las bestias salvajes, los ganados, las aves y los reptiles salieron también del arca por especies. (Génesis 8, 19)

  • No los echaré de tu presencia en un solo año, para que no se quede la tierra desierta y se multipliquen contra ti las fieras salvajes, (Exodo 23, 29)

  • Los productos de la tierra servirán igualmente de comida a tus ganados y a las bestias salvajes". (Levítico 25, 7)

  • enviaré contra vosotros fieras salvajes, que devorarán a vuestros hijos, destrozarán vuestros ganados y os diezmarán hasta el punto de quedar desiertos vuestros caminos. (Levítico 26, 22)

  • Quedarán extenuados por el hambre, consumidos por la fiebre y por la peste. Enviaré contra ellos fieras salvajes y serpientes venenosas. (Deuteronomio 32, 24)

  • Viva Nabucodonosor, rey de toda la tierra, y viva su poder, que te ha enviado para restablecer el orden en todos los seres vivientes; ya que, gracias a ti, no sólo los hombres le sirven, sino hasta las bestias salvajes, los animales domésticos y las aves del cielo viven, gracias a tu poder, para Nabucodonosor y toda su dinastía. (Judit 11, 7)

  • Los rugidos del león, sus aullidos salvajes, como los dientes de los leoncillos quedan rotos. (Job 4, 10)

  • Con las piedras del campo harás un pacto, y las bestias salvajes vivirán en paz contigo. (Job 5, 23)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina