Löydetty 39 Tulokset: Texto Sagrado

  • No siembres en tu viña más de una clase de simiente, no sea que todo sea declarado sagrado, lo que sembraste y la cosecha de la viña. (Deuteronomio 22, 9)

  • El jefe del ejército del Señor le contestó: "Descálzate, porque el lugar donde estás es sagrado". Y Josué lo hizo así. (Josué 5, 15)

  • El arroyo Quisón los arrastró, arroyo sagrado el arroyo Quisón, los barrió con violencia. (Jueces 5, 21)

  • Sin embargo, no se apartaron de los pecados de la casa de Jeroboán, el que había hecho pecar a Israel; incluso el cipo sagrado siguió en pie en Samaría. (II Reyes 13, 6)

  • Abandonaron todos los preceptos del Señor, su Dios, se hicieron dos becerros de bronce fundido y un cipo sagrado y adoraron a todos los astros del cielo y a Baal. (II Reyes 17, 16)

  • Reconstruyó las colinas que su padre Ezequías había destruido; levantó altares a Baal, y un cipo sagrado, como había hecho Acaz, rey de Israel; adoró a todos los astros del cielo y les rindió culto. (II Reyes 21, 3)

  • Destruyó el altar que había en Betel, y el santuario que había construido Jeroboán, hijo de Nabat, el que había inducido a Israel a pecar; hizo pedazos sus piedras, reduciéndolas a polvo, y quemó el cipo sagrado. (II Reyes 23, 15)

  • Tomaron las ollas, las palas, los cuchillos, las cazuelas y todos los instrumentos de cobre con los que se hacía el servicio sagrado. (II Reyes 25, 14)

  • dad gloria al nombre del Señor. Traed ofrendas y entrad en su presencia, adorad al Señor en el atrio sagrado. (I Crónicas 16, 29)

  • Como en la asamblea había muchos que no se habían purificado, los levitas estaban encargados de inmolar las víctimas pascuales en lugar de todos estos que no tenían la pureza necesaria para realizar un acto sagrado en honor del Señor. (II Crónicas 30, 17)

  • Levitas: Josué, Binuy, Cadmiel, Serebías, Judá, Matanías, el cual dirigía con sus hermanos el canto sagrado, (Nehemías 12, 8)

  • El texto de este decreto fue enviado a todas las provincias para su publicación como ley en toda la población y para que estuviesen preparados el día señalado. (Ester 3, 14)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina