Löydetty 23 Tulokset: Yabés

  • Los hombres de Judá fueron allí y ungieron a David por rey de la casa de Judá. Informaron a David de que las gentes de Yabés Galaad habían dado sepultura a Saúl. (II Samuel 2, 4)

  • Entonces él envió mensajeros a los de Yabés Galaad para decirles: "Que el Señor os bendiga por haber cumplido esta obra de misericordia con Saúl, vuestro señor, y por haberle dado sepultura. (II Samuel 2, 5)

  • y fue a recoger los huesos de Saúl y de su hijo Jonatán, que los tenían los de Yabés de Galaad. Éstos los habían retirado de la muralla de Betsán, donde los habían colgado los filisteos el día que derrotaron a Saúl en Gelboé. (II Samuel 21, 12)

  • Pero Salún, hijo de Yabés, se conjuró contra él, lo atacó en Yibleán, lo mató y le sucedió en el trono. (II Reyes 15, 10)

  • Selún, hijo de Yabés, comenzó a reinar el año treinta y ocho de Ozías, rey de Judá, y reinó en Samaría un mes. (II Reyes 15, 13)

  • Pero Menajén, hijo de Gadí, fue de Tirsá a Samaría y derrotó a Salún, hijo de Yabés; le mató y le sucedió en el trono. (II Reyes 15, 14)

  • los clanes soforitas que habitaban en Yabés, los tiretitas, simeítas y sucatitas. Éstos son los quenitas, descendientes de Jamat, padre de la casa de Recab. (I Crónicas 2, 55)

  • Yabés fue el más famoso de sus hermanos. Su madre le dio el nombre de Yabés, diciendo: "Le he dado a luz con dolor". (I Crónicas 4, 9)

  • Yabés invocó al Dios de Israel, diciendo: "Bendíceme, ensancha mi territorio, ayúdame, aleja de mí el infortunio y pon fin a mi aflicción". Dios le concedió todo lo que había pedido. (I Crónicas 4, 10)

  • Cuando los habitantes de Yabés Galaad supieron lo que los filisteos habían hecho con Saúl, (I Crónicas 10, 11)

  • todos los valientes se pusieron en marcha, tomaron los cuerpos de Saúl y sus hijos, los llevaron a Yabés, los sepultaron bajo la encina de Yabés y ayunaron durante siete días. (I Crónicas 10, 12)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina