Löydetty 174 Tulokset: adoración de ídolos

  • Y les dije: Tirad los ídolos que seducen vuestros ojos y no os contaminéis con los ídolos de Egipto: Yo soy el Señor, vuestro Dios. (Ezequiel 20, 7)

  • Mas ellos se rebelaron contra mí y no quisieron escucharme. No tiraron los ídolos que seducían sus ojos ni abandonaron los ídolos de Egipto. (Ezequiel 20, 8)

  • porque habían despreciado mis preceptos, no habían observado mis sábados y su corazón se había ido en pos de sus ídolos. (Ezequiel 20, 16)

  • Pero advertí a sus hijos en el desierto: No sigáis las normas de vuestros padres, no imitéis sus costumbres ni os contaminéis con sus ídolos. (Ezequiel 20, 18)

  • por no haber practicado mis leyes, haber despreciado mis preceptos, profanado mis sábados y entregado su corazón a los ídolos de sus padres. (Ezequiel 20, 24)

  • presentando vuestras ofrendas, haciendo pasar por el fuego a vuestros hijos; os contamináis con todos vuestros ídolos hasta el día de hoy, ¿y queréis que me deje consultar por vosotros, oh casa de Israel? Vivo yo, dice el Señor Dios, que no me he de dejar consultar por vosotros. (Ezequiel 20, 31)

  • En cuanto a vosotros, casa de Israel, esto dice el Señor Dios: ¡Servid, servid, cada uno a vuestros ídolos! Pero más tarde, sí, me escucharéis y no profanaréis más mi santo nombre con vuestras ofrendas y vuestros ídolos; (Ezequiel 20, 39)

  • Pues el rey de Babilonia se ha detenido en una encrucijada donde los dos caminos se dividen, para consultar a la suerte. Ya sacude las flechas, interroga a sus ídolos, examina el hígado. (Ezequiel 21, 26)

  • Dirás: Esto dice el Señor Dios: ¡Ay de la ciudad que vierte sangre de sus habitantes para acelerar su destrucción y fabricar ídolos con los que se contamina! (Ezequiel 22, 3)

  • Por la sangre que has derramado te has hecho culpable, te has manchado con los ídolos que te has hecho; así has adelantado tu hora, has llegado al término de tus años. Sí, te haré el oprobio de las gentes, el escarnio de toda la tierra. (Ezequiel 22, 4)

  • Con ellos se manchó, con la flor de los hijos de Asiria, de los que se había prendado, y se contaminó con todos sus ídolos. (Ezequiel 23, 7)

  • han sido la causa de todo esto, porque, prostituyéndote ante las naciones, te has contaminado con sus ídolos. (Ezequiel 23, 30)


“A caridade é o metro com o qual o Senhor nos julgará.” São Padre Pio de Pietrelcina