Löydetty 392 Tulokset: agua de la purificación
Las dos columnas, la gran pila para el agua, los doce bueyes de bronce que la sostenían y las basas que había hecho el rey Salomón para el templo del Señor; era imposible calcular lo que pesaba el bronce de todo esto. (Jeremías 52, 20)
¡Arriba! Lanza gritos en la noche, a cada relevo de la guardia; derrama, como agua, tu corazón delante del Señor; alza tus manos a él por tus pequeños, que desfallecen de hambre en las esquinas de las calles. (Lamentaciones 2, 19)
A precio de plata bebemos nuestra agua, tenemos que pagar nuestra leña. (Lamentaciones 5, 4)
Tendrás también el agua racionada: un litro para todo el día. (Ezequiel 4, 11)
Y añadió: "Hijo de hombre, mira, voy a retirar a Jerusalén los víveres: comerán el pan a peso y con ansiedad, y beberán el agua a medida y con angustia, (Ezequiel 4, 16)
para que, al faltar el pan y el agua, desfallezca cada uno junto a su hermano y se consuman en su pecado". (Ezequiel 4, 17)
"Hijo de hombre, come tu pan con temor y bebe tu agua con estremecimiento y angustia. (Ezequiel 12, 18)
Y dirás al pueblo del país: Esto dice el Señor Dios a los habitantes de Jerusalén y a la tierra de Israel: Comerán su pan con angustia y beberán su agua con estremecimiento, porque su tierra será devastada a causa de la violencia de todos sus habitantes. (Ezequiel 12, 19)
Cuando naciste, el día que viniste al mundo, no te fue cortado el cordón, no fuiste lavada con agua pura para limpiarte; no te hicieron las fricciones de sal, ni fuiste envuelta en pañales. (Ezequiel 16, 4)
Te lavé con agua, te limpié tu sangre y te ungí con óleo; (Ezequiel 16, 9)
Tu madre era como una vid plantada junto a las aguas, exuberante de frutos y ramas por la abundancia de agua. (Ezequiel 19, 10)
Después di esta parábola a esa raza de rebeldes. Esto dice el Señor Dios: Arrima la olla, arrímala, y echa agua en ella. (Ezequiel 24, 3)