Löydetty 320 Tulokset: amistad con el mundo

  • nos calumnian, y respondemos con bondad. Hemos sido hasta ahora como basura del mundo, como desecho de todos. (I Corintios 4, 13)

  • pero no me refería, de un modo absoluto, a todos los lujuriosos de este mundo, a todos los avaros, ladrones o idólatras, pues en tal caso tendríais que salir de este mundo. (I Corintios 5, 10)

  • ¿No sabéis que los creyentes juzgarán al mundo? Pues si vais a juzgar al mundo, ¿seréis incapaces de juzgar causas más pequeñas? (I Corintios 6, 2)

  • los que gozan del mundo, como si no disfrutasen; porque este mundo que contemplamos está para acabar. (I Corintios 7, 31)

  • El casado se preocupa de las cosas del mundo y de cómo agradar a la mujer; está, pues, dividido. (I Corintios 7, 33)

  • La mujer no casada y la joven soltera se preocupan de las cosas del Señor, y se consagran a él en cuerpo y alma. Pero la que está casada se preocupa de las cosas del mundo y de cómo agradar a su marido. (I Corintios 7, 34)

  • Viniendo, pues, a lo de la comida de las carnes ofrecidas en sacrificio a los ídolos, sabemos que los ídolos no son nada en el mundo y que no hay más Dios que uno solo. (I Corintios 8, 4)

  • Y si el Señor nos castiga, es para corregirnos y para que no seamos condenados con el mundo. (I Corintios 11, 32)

  • En el mundo hay muchos idiomas, pero todos tienen sentido. (I Corintios 14, 10)

  • Nos sentimos orgullosos de que nuestra conciencia nos asegure que nos hemos comportado con todo el mundo, y especialmente con vosotros, con la sencillez y la sinceridad que Dios da, y no por la sabiduría humana, sino por la gracia de Dios. (II Corintios 1, 12)

  • Pues Dios, por medio de Cristo, estaba reconciliando el mundo, no teniendo en cuenta sus pecados y haciéndonos a nosotros depositarios de la palabra de la reconciliación. (II Corintios 5, 19)

  • La tristeza querida por Dios produce un arrepentimiento salvador, de la que no hay que lamentarse, mientras que la tristeza producida por el mundo engendra la muerte. (II Corintios 7, 10)


“Jesus está com você, e o Cireneu não deixa de ajudar-te a subir o Calvário.” São Padre Pio de Pietrelcina