Löydetty 61 Tulokset: arco iris

  • Pero un hombre disparó el arco al azar e hirió al rey de Israel entre las junturas de la coraza. El rey dijo a su auriga: "Da la vuelta y sácame del campo, porque estoy herido". (I Reyes 22, 34)

  • Respondió: "No los mates. A los que has hecho prisioneros con tu espada y tu arco puedes matarlos; pero a éstos sírveles comida y bebida, para que coman y beban y se vuelvan adonde su señor". (II Reyes 6, 22)

  • Pero Jehú había echado ya mano a su arco e hirió a Jorán por la espalda, de suerte que la saeta le salió por el corazón, y cayó desplomado en su carro. (II Reyes 9, 24)

  • Y Eliseo le dijo: "Toma un arco y flechas". Joás tomó un arco y flechas. (II Reyes 13, 15)

  • Y Eliseo ordenó al rey de Israel: "Pon tu mano en el arco". Él puso su mano, y Eliseo puso la suya sobre las manos del rey. (II Reyes 13, 16)

  • Los hijos de Rubén, los de Gad y la media tribu de Manasés, hombres guerreros, portadores del escudo y de la espada, diestros en el manejo del arco y hábiles en el arte de la guerra, en número de 44.760, aptos para las armas, (I Crónicas 5, 18)

  • Los hijos de Ulán eran guerreros valerosos, diestros en el manejo del arco; tuvieron muchos hijos y nietos, hasta 150. Todos éstos fueron descendientes de Benjamín. (I Crónicas 8, 40)

  • Asá disponía de un ejército de 300.000 hombres armados de escudo y lanza en Judá, y 280.000 armados de escudo y arco en Benjamín, todos hombres valerosos. (II Crónicas 14, 7)

  • Por Benjamín: el valeroso Eliadá, con 200.000 hombres armados con escudo y arco; (II Crónicas 17, 17)

  • Pero un hombre disparó el arco al azar, e hirió al rey de Israel entre las junturas de la coraza. El rey dijo a su auriga: "Da la vuelta y sácame del campo, porque estoy herido". (II Crónicas 18, 33)

  • Los asirios se han crecido con su poder, se han enorgullecido de sus caballos y jinetes, se han jactado de la fortaleza de su infantería, confían en la espada y en la jabalina, en el arco y en la honda, pero no quieren reconocer que tú eres el Señor que decide las guerras. (Judit 9, 7)

  • Si escapa al arma de hierro, el arco de bronce le traspasará. (Job 20, 24)


“Peçamos a São José o dom da perseverança até o final”. São Padre Pio de Pietrelcina