Löydetty 46 Tulokset: bastón
"Toma el bastón y reúne a la multitud tú y tu hermano Aarón; delante de todos ordena a la roca que les dé agua, y de la roca brotará agua para dar de beber a la multitud y a sus ganados". (Números 20, 8)
Moisés tomó el bastón que estaba delante del Señor, como se le había ordenado, (Números 20, 9)
Y alzando el brazo hirió por dos veces la roca con el bastón, y brotaron de ella aguas en abundancia; bebió la multitud y sus ganados. (Números 20, 11)
Los príncipes de Efraín están en el llano, su hermano Benjamín entre sus tropas; de Maquir bajaron los jefes, y de Zabulón los que llevan el bastón de mando. (Jueces 5, 14)
El ángel del Señor tocó la carne y los panes sin levadura con la punta del bastón que llevaba, salió fuego de la roca y consumió la carne y los panes. Y el ángel del Señor desapareció de su vista. (Jueces 6, 21)
Pero Jonatán no había oído el juramento que su padre hizo prestar al pueblo; y, alargando la punta del bastón que tenía en la mano, lo metió en un panal de miel, se lo llevó a la boca y sus ojos se iluminaron. (I Samuel 14, 27)
Saúl preguntó a Jonatán: "Dime qué has hecho". Jonatán respondió: "He gustado solamente un poco de miel con la punta del bastón que tenía en mi mano. Aquí estoy dispuesto a morir". (I Samuel 14, 43)
Que caiga sobre la cabeza de Joab y de toda su familia y que no falte nunca en la casa de Joab quien padezca gonorrea o lepra, hombres que anden con bastón, que caigan bajo la espada o que pasen hambre". (II Samuel 3, 29)
Entonces Eliseo dijo a Guejazí: "Cíñete los lomos, toma en la mano mi bastón y vete. Si encuentras a alguien, no le saludes; si alguien te saluda, no le respondas. Pon mi bastón sobre el rostro del niño". (II Reyes 4, 29)
Guejazí se les adelantó y puso el bastón sobre el rostro del niño, pero no resolló ni dio señal de vida. Entonces fue al encuentro de Eliseo, y le dijo: "El niño no se ha despertado". (II Reyes 4, 31)
Para los insolentes está listo el bastón, los golpes para las espaldas de los necios. (Proverbios 19, 29)
¡Ay de Asiria, vara de mi cólera, bastón que blande mi furor! (Isaías 10, 5)