Löydetty 431 Tulokset: comida en el desierto
Jesús, lleno de Espíritu Santo, regresó del Jordán. El Espíritu Santo lo llevó al desierto, (Lucas 4, 1)
Cuando los mensajeros de Juan se fueron, comenzó a hablar de él a las gentes: "¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña movida por el viento? (Lucas 7, 24)
Al caer el día se le acercaron los doce y le dijeron: "Despídelos para que vayan a las aldeas y caseríos del contorno a buscar alojamiento y comida, pues aquí estamos en descampado". (Lucas 9, 12)
El Señor contestó: "¿Quién es, entonces, el administrador fiel y prudente, para que dé a la servidumbre la comida a su hora? (Lucas 12, 42)
Dijo también al que le había invitado: "Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos te inviten a su vez y ya quedas pagado. (Lucas 14, 12)
Dijo: "Yo soy una voz que grita en el desierto: Allanad el camino del Señor" (como dijo el profeta Isaías). (Juan 1, 23)
Como levantó Moisés la serpiente en el desierto, así será levantado el hijo del hombre, (Juan 3, 14)
Pero él les dijo: "Yo tengo una comida que vosotros no conocéis". (Juan 4, 32)
Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Les dio a comer pan del cielo". (Juan 6, 31)
Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron. (Juan 6, 49)
Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. (Juan 6, 55)
Por eso Jesús no andaba ya públicamente entre los judíos, sino que se fue a una región cerca del desierto, a una ciudad llamada Efraín, y allí se quedó con sus discípulos. (Juan 11, 54)