Löydetty 244 Tulokset: culto a ídolos

  • Si tú, que tienes conocimiento claro de todo esto, te sientas a comer carne ofrecida en sacrificio a los ídolos, ¿no podrás inducir a que otro, con la conciencia insegura, se decida también a comer esa carne? (I Corintios 8, 10)

  • ¿Quiero decir con esto que las víctimas ofrecidas y los ídolos son algo? (I Corintios 10, 19)

  • Pero si alguno os dice: "Esto ha sido ofrecido a los ídolos", no comáis en atención al que lo dijo y por motivos de conciencia. (I Corintios 10, 28)

  • Sabéis bien que cuando erais paganos os dejabais arrastrar irresistiblemente por los ídolos mudos. (I Corintios 12, 2)

  • ¿Qué relación hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos templos del Dios vivo. Como dijo Dios: Habitaré y caminaré en medio de ellos, yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. (II Corintios 6, 16)

  • La verdadera circuncisión somos nosotros, los que damos culto llevados del Espíritu de Dios y estamos orgullosos de Cristo Jesús, no poniendo nuestra confianza en algo humano, (Filipenses 3, 3)

  • Que nadie, con simulada humildad o culto de ángeles, os niegue el premio de la victoria, metiéndose en cosas que no ha visto, presumiendo vanamente a la luz de su inteligencia carnal, (Colosenses 2, 18)

  • Éstos realizan un culto que es la imagen y sombra de las realidades celestes, según le fue advertido divinamente a Moisés cuando iba a construir el tabernáculo: Mira y hazlo todo según el modelo que se te ha mostrado en la montaña. (Hebreos 8, 5)

  • Dispuestas así las cosas, los sacerdotes entran a diario en la primera parte del tabernáculo para celebrar el culto. (Hebreos 9, 6)

  • Esto es una imagen del tiempo presente; significa que en su régimen se ofrecen dones y sacrificios que no tienen el poder de hacer perfecto interiormente al que celebra el culto; (Hebreos 9, 9)

  • Después roció también con sangre la tienda y todos los objetos del culto. (Hebreos 9, 21)

  • De otro modo, ¿no hubiesen cesado de ofrecerlos, supuesto que quienes ofrecían este culto, purificados una vez para siempre, no tendrían ya conciencia alguna de pecado? (Hebreos 10, 2)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina