Löydetty 757 Tulokset: días santos
Los siete días presentaréis al Señor ofrendas quemadas. El día séptimo será día de asamblea santa y no haréis en él trabajo alguno". (Levítico 23, 8)
Contaréis cincuenta días hasta el día siguiente al séptimo sábado, y entonces presentaréis al Señor una ofrenda de granos nuevos. (Levítico 23, 16)
"Di a los israelitas: El quince de este mes séptimo se celebrará durante siete días la fiesta de los tabernáculos en honor del Señor. (Levítico 23, 34)
Los siete días presentaréis ofrendas quemadas en honor del Señor; el día octavo celebraréis asamblea santa y presentaréis una ofrenda quemada en honor del Señor: es día de asamblea; no haréis en él trabajo alguno. (Levítico 23, 36)
El día quince del séptimo mes, cuando hayáis hecho la recolección de los frutos de la tierra, celebraréis la fiesta del Señor durante siete días; el día primero y el octavo serán días de descanso absoluto. (Levítico 23, 39)
El primer día tomaréis los mejores frutos, ramos de palmera, ramas de árboles frondosos, sauces de las riberas, y os regocijaréis durante siete días en presencia del Señor, vuestro Dios. (Levítico 23, 40)
Celebraréis la fiesta en honor del Señor durante siete días, año tras año. Es ley perpetua para vuestras sucesivas generaciones. Celebraréis esta fiesta en el séptimo mes; (Levítico 23, 41)
durante los siete días viviréis en tiendas. Todos los israelitas vivirán en tiendas, (Levítico 23, 42)
Durante todo el tiempo de su desolación tendrá el descanso que no tuvo en los días de sábado, cuando vosotros vivíais en ella. (Levítico 26, 35)
Cuando la nube permanecía posada sobre la tienda muchos días, los israelitas rendían su servicio al Señor y no levantaban el campamento; (Números 9, 19)
pero si la nube permanecía pocos días sobre la tienda, entonces acampaban por orden del Señor y por orden suya levantaban el campamento. (Números 9, 20)
Fuesen dos días, un mes o un año, mientras la nube se posaba sobre la tienda, los israelitas seguían acampados y no se movían; pero cuando se alzaba, partían. (Números 9, 22)