Löydetty 411 Tulokset: derrota de los reyes amorreos

  • Y los cinco reyes amorreos se coligaron: el rey de Jerusalén, el de Hebrón, el de Yarmut, el de Laquis y el de Eglón; subieron con todas sus tropas, acamparon cerca de Gabaón y la atacaron. (Josué 10, 5)

  • Las gentes de Gabaón enviaron a decir a Josué al campamento de Guilgal: "No niegues tu ayuda a tus siervos. Ven rápidamente a salvarnos y defendernos, porque se han coligado contra nosotros todos los reyes amorreos que habitan la montaña". (Josué 10, 6)

  • El Señor los dispersó ante Israel y les infligió una gran derrota en Gabaón; los persiguió en dirección de la bajada de Bejorón y los derrotó hasta Azeca y hasta Maqueda. (Josué 10, 10)

  • Josué se dirigió al Señor el día en que puso a los amorreos en manos de los israelitas y dijo: "Sol, detente sobre Gabaón, y tú, luna, sobre el valle de Ayalón. (Josué 10, 12)

  • Aquellos cinco reyes se dieron a la fuga y se escondieron en una cueva cerca de Maqueda. (Josué 10, 16)

  • Informaron a Josué: "Los cinco reyes han sido descubiertos ocultos en una cueva, cerca de Maqueda". (Josué 10, 17)

  • Josué dijo: "Abrid la boca de la cueva, sacad a los cinco reyes y traédmelos". (Josué 10, 22)

  • Y sacaron de la caverna a los cinco reyes: al rey de Jerusalén, al de Hebrón, al de Yarmut, al de Laquis y al de Eglón. (Josué 10, 23)

  • Cuando los llevaron ante Josué, éste llamó a todos los hombres de Israel y dijo a los jefes del ejército que le habían acompañado: "Acercaos y poned vuestros pies sobre el cuello de estos reyes". Se acercaron y lo hicieron. (Josué 10, 24)

  • La tomaron y pasaron a filo de espada al rey y a todos los que vivían allí y en los pueblos vecinos, exterminándolos por completo y sin dejar un superviviente, como habían hecho con Hebrón y Libná y sus reyes. (Josué 10, 39)

  • Josué conquistó toda la tierra: la montaña, el Negueb, la tierra baja y las pendientes con todos sus reyes, sin dejar ni un superviviente. Entregó al exterminio a todo ser viviente, como había mandado el Señor, Dios de Israel. (Josué 10, 40)

  • Josué se apoderó de todos estos reyes y de sus territorios en una sola expedición, porque el Señor, Dios de Israel, combatía por Israel. (Josué 10, 42)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina