Löydetty 46 Tulokset: destierro

  • Me dijeron: "Los supervivientes del destierro que quedan allí, en la provincia, se encuentran en gran estrechez y humillación; la muralla de Jerusalén está destrozada y sus puertas destruidas por el fuego". (Nehemías 1, 3)

  • Éstos son los israelitas de la provincia de Judá que regresaron del destierro de Babilonia, donde los había deportado Nabucodonosor, rey de Babilonia, y que volvieron a Jerusalén y Judá, cada uno a su ciudad. (Nehemías 7, 6)

  • y que jamás deshonré mi nombre ni el de mi padre en este país de destierro. Soy hija única y heredera de mi padre; no tiene él ni pariente próximo ni compatriota a quien darme por esposa. Siete maridos he perdido; ¿para qué quiero la vida? Pero si no quieres quitármela, mírame y ten piedad de mí, para que no escuche jamás tales ultrajes". (Tobías 3, 15)

  • Le daré gracias en el país de mi destierro y anunciaré su poder y su grandeza a mi pueblo pecador. Convertíos, pues, pecadores, y practicad ante él la justicia, seguros de que él mostrará su misericordia con vosotros. (Tobías 13, 8)

  • Pero Dios tendrá otra vez misericordia, volverán a Israel y reconstruirán el templo; pero no como el primero, hasta que se cumpla el tiempo prefijado. Tras esto volverán todos de su destierro y reconstruirán Jerusalén con dignidad, como también el templo, según lo previsto por los profetas de Israel. (Tobías 14, 5)

  • Hacía poco que habían vuelto del destierro, que el pueblo judío se había reunificado y que los objetos del culto, el altar y el templo habían sido purificados de su profanación. (Judit 4, 3)

  • Por eso mi pueblo irá al destierro por falta de inteligencia; sus nobles morirán de hambre, y sus gentes se abrasarán de sed. (Isaías 5, 13)

  • Aquel día el Señor volverá a alzar su mano para rescatar el resto de su pueblo, lo que quede del destierro de Asiria y de Egipto, de Patrós, de Etiopía, de Elán, de Senaar, de Jamat y de las islas. (Isaías 11, 11)

  • Lo ha castigado con la dispersión, con el destierro; lo ha aventado con la fuerza de su soplo, como en día de viento solano. (Isaías 27, 8)

  • Y tú, Pasjur, y todos los que viven en tu casa, marcharéis al destierro; irás a Babilonia y allí morirás y serás enterrado tú y todos tus amigos, a quienes profetizas la mentira". (Jeremías 20, 6)

  • El viento apacentará a todos tus pastores, y tus amantes marcharán al destierro. Entonces tendrás vergüenza y confusión de toda tu perversidad. (Jeremías 22, 22)

  • El Señor me mostró dos cestas de higos, que estaban delante del templo del Señor. Esto sucedió después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado al destierro, de Jerusalén a Babilonia, a Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, con sus nobles, sus cerrajeros y sus herreros. (Jeremías 24, 1)


“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina