Löydetty 29 Tulokset: ejércitos celestiales

  • A buena hora se pusieron en camino y llegaron a la boda. Al entrar en casa de Ragüel, encontraron a Tobías sentado a la mesa. Se levantó y saludó a Gabael, que se echó a llorar y lo bendijo así: "¡Hombre bueno y honrado, hijo de un hombre honrado, justo y limosnero! Que el Señor te bendiga con bendiciones celestiales a ti, a tu mujer, a su padre y a su madre. Bendito sea Dios, que he visto a Tobías tan parecido a mi primo Tobit". (Tobías 9, 6)

  • Salmo de David Tributad al Señor, seres celestiales, tributad al Señor gloria y poder; (Salmos 29, 1)

  • "Los reyes escapan, los ejércitos huyen, las mujeres en casa reparten el botín: (Salmos 68, 13)

  • alabadlo, todos sus ángeles; alabadlo, todos sus ejércitos; (Salmos 148, 2)

  • Estando todavía en Persia le comunicaron las derrotas de los ejércitos enviados a Judea; (I Macabeos 6, 5)

  • que Lisias, aunque había ido con un ejército poderosísimo, tuvo que huir ante los judíos, que se habían fortalecido con las armas y abundante botín apresados a los ejércitos vencidos; (I Macabeos 6, 6)

  • El 13 del mes de adar se enfrentaron los dos ejércitos. Fue derrotado el de Nicanor, quien cayó el primero en el combate. (I Macabeos 7, 43)

  • La tierra temblaba por el estruendo de los ejércitos. El combate se entabló a la mañana y duró hasta la tarde. (I Macabeos 9, 13)

  • las manifestaciones celestes en favor de aquellos que luchaban valientemente por la causa del judaísmo, tanto que siendo pocos libertaron todo el país y pusieron en fuga a ejércitos extranjeros, (II Macabeos 2, 21)

  • que arrojó contra la nación enemiga, y en la bajada aniquiló a sus adversarios para que conociesen la fuerza de sus ejércitos y que contra el Señor hacían la guerra. (Eclesiástico 46, 6)

  • "Cuando veáis a Jerusalén cercada por ejércitos, sabed que se aproxima su destrucción. (Lucas 21, 20)

  • Si os hablo de cosas terrenas y no me creéis, ¿cómo me creeríais si os hablara de cosas celestiales? (Juan 3, 12)


“Invoquemos sempre o auxílio de Nossa Senhora.” São Padre Pio de Pietrelcina