Löydetty 89 Tulokset: entrañas

  • ¡Qué, hijo mío! ¿Qué, Lemuel, mi primogénito, he de decirte? ¿Qué, hijo de mis entrañas? ¿Qué, hijo de mis promesas? (Proverbios 31, 2)

  • Mi amor metió la mano por el cerrojo de la puerta; al oírlo, mis entrañas retozaron. (Cantar 5, 4)

  • Como flecha clavada en el muslo, así es la palabra secreta en las entrañas del necio. (Eclesiástico 19, 12)

  • Quien mima a su hijo tendrá después que vendarle las heridas; a cada grito suyo se estremecerán sus entrañas. (Eclesiástico 30, 7)

  • En la boca del desvergonzado es dulce la mendicidad, pero es fuego que abrasa sus entrañas. (Eclesiástico 40, 30)

  • Mis entrañas se conmovían buscándola; por eso hice una buena adquisición. (Eclesiástico 51, 21)

  • Sus arcos abatirán a los jóvenes y no se apiadarán del fruto de las entrañas; su ojo no tendrá compasión de los niños. (Isaías 13, 18)

  • Mis entrañas por Moab se estremecen como un arpa; y mi corazón, por Quir Jaréset. (Isaías 16, 11)

  • Como la arena sería tu descendencia, como sus granos el fruto de tus entrañas. Tu nombre no hubiera sido jamás borrado y extirpado de mi presencia. (Isaías 48, 19)

  • ¿Puede acaso una mujer olvidarse del niño que cría, no tener compasión del hijo de sus entrañas? Pues aunque ella lo olvidara, yo no me olvidaría de ti. (Isaías 49, 15)

  • Mira desde el cielo y contempla, desde tu morada santa y gloriosa. ¿Dónde está tu celo y tu poder, la conmoción de tus entrañas? ¡Ah, no reprimas tu piedad, (Isaías 63, 15)

  • ¡Ay, mis entrañas, mis entrañas! ¡Cómo sufro! ¡Entretelas de mi corazón! El corazón se me salta; ya no puedo callarme porque he oído el sonido del clarín, el clamor de guerra. (Jeremías 4, 19)


“Ele e ouvir a Sua voz por meio das Suas inspirações e iluminações interiores.” São Padre Pio de Pietrelcina