Löydetty 277 Tulokset: habitantes

  • Los ancianos de Galaad le respondieron: "Precisamente por eso recurrimos ahora a ti. Ven con nosotros para luchar contra los amonitas y serás nuestro jefe, el jefe de todos los habitantes de Galaad". (Jueces 11, 8)

  • Entonces la asamblea envió doce mil hombres de los más valientes con esta orden: "Id y pasad a espada a todos los habitantes de Yabés de Galaad, a las mujeres y a los niños. (Jueces 21, 10)

  • Entre los habitantes de Galaad encontraron cuatrocientas vírgenes y las llevaron al campamento de Silo, en la tierra de Canaán. (Jueces 21, 12)

  • Partió David con sus hombres hacia Queilá, atacó a los filisteos, se apoderó de sus ganados y les infligió una gran derrota. Así libró David a los habitantes de Queilá. (I Samuel 23, 5)

  • David preguntó: "¿Me entregarán los habitantes de Queilá a mí y a mis hombres en manos de Saúl?". Y el Señor respondió: "Te entregarán". (I Samuel 23, 12)

  • Cuando los habitantes de Yabés de Galaad supieron lo que los filisteos habían hecho con Saúl, (I Samuel 31, 11)

  • Se llevó cautivos a sus habitantes y los puso a trabajar con sierras, picos y hachas y a hacer ladrillos. Lo mismo hizo con las ciudades de los amonitas. David y todo su ejército volvieron a Jerusalén. (II Samuel 12, 31)

  • En tiempo de Pécaj, rey de Israel, TeglatFalasar, rey de Asiria, fue y tomó Iyón, Abel Bet Maacá, Yanóaj, Cades, Jasor, Galaad, Galilea y todo el país de Neftalí, deportando todos sus habitantes a Asiria. (II Reyes 15, 29)

  • El rey de Asiria lo escuchó, atacó a Damasco y la conquistó; deportó sus habitantes a Quir, y mató a Rasín. (II Reyes 16, 9)

  • ¿Los han librado acaso los dioses de aquellos pueblos, que mis padres han destruido, como Gozán, Jarán, Résef y los habitantes de Edén, que estaban en Telasar? (II Reyes 19, 12)

  • sus habitantes, impotentes, quedaron consternados y confusos, hechos semejantes a la hierba del campo, al verdor del césped, al heno de los tejados y al grano agostado antes de espigar. (II Reyes 19, 26)

  • Esto dice el Señor: Voy a traer la desgracia sobre este lugar y sobre sus habitantes, es decir, todas las palabras del libro que ha oído el rey de Judá, (II Reyes 22, 16)


“Não sejamos mesquinhos com Deus que tanto nos enriquece.” São Padre Pio de Pietrelcina