Löydetty 161 Tulokset: hambre

  • ¡Arriba! Lanza gritos en la noche, a cada relevo de la guardia; derrama, como agua, tu corazón delante del Señor; alza tus manos a él por tus pequeños, que desfallecen de hambre en las esquinas de las calles. (Lamentaciones 2, 19)

  • Los que comían manjares exquisitos se mueren de hambre por las calles; los que se criaban entre púrpura yacen ahora en la basura. (Lamentaciones 4, 5)

  • Más afortunados fueron los pasados a cuchillo que los muertos de hambre, que caen extenuados por falta de los frutos del campo. (Lamentaciones 4, 9)

  • Nuestra piel abrasa como un horno, por el ardor del hambre. (Lamentaciones 5, 10)

  • Y, efectivamente, han sido tirados por el suelo al calor del día y al frío de la noche, y ellos murieron en medio de atroces penalidades de hambre, de espada y de peste. (Baruc 2, 25)

  • Un tercio de tus habitantes morirá de peste y se consumirá de hambre en medio de ti, otro tercio caerá a cuchillo en tus alrededores y el otro lo esparciré yo a todos los vientos, desenvainando detrás de ellos la espada. (Ezequiel 5, 12)

  • Cuando yo dispare contra vosotros las terribles flechas del hambre, que harán estragos porque las lanzaré justamente para destruiros, aumentaré el hambre entre vosotros y os quitaré las reservas de víveres. (Ezequiel 5, 16)

  • Mandaré contra vosotros el hambre y las bestias feroces, que te dejarán sin hijos; la peste y la sangre pasarán por ti y descargaré contra ti la espada. Yo, el Señor, he hablado". (Ezequiel 5, 17)

  • Esto dice el Señor Dios: "Bate las manos, patalea y grita ¡Ay! por todas las horribles acciones de la casa de Israel, que va a caer por la espada, el hambre y la peste. (Ezequiel 6, 11)

  • El que está lejos morirá de peste, el que está cerca caerá a espada, el que quede sitiado perecerá de hambre. Desencadenaré contra ellos mi ira. (Ezequiel 6, 12)

  • Está fuera la espada; la peste y el hambre dentro; el que se encuentre en el campo caerá de hambre y peste. (Ezequiel 7, 15)

  • Tirarán su plata por las calles y su oro se convertirá en basura. Su plata y su oro no lograrán salvarlos en el día de la ira del Señor. No saciarán con ello su hambre ni llenarán su estómago, porque fueron incentivo a su pecado. (Ezequiel 7, 19)


“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina