Löydetty 423 Tulokset: jacob y esau
Jacob llamó a aquel lugar Penuel, diciendo: "He visto a Dios cara a cara y he quedado con vida". (Génesis 32, 31)
Ésta es la razón por la que los israelitas, aún hoy, no comen el nervio ciático, que está en la articulación del muslo, porque el ángel dio un golpe a Jacob en la articulación del muslo, en el nervio ciático. (Génesis 32, 33)
Jacob alzó los ojos y vio que venía Esaú con cuatrocientos hombres. Repartió los niños entre Lía y Raquel y las dos esclavas. (Génesis 33, 1)
Esaú corrió a su encuentro, lo abrazó, se echó a su cuello y lo besó, y los dos se echaron a llorar. (Génesis 33, 4)
Luego Esaú alzó los ojos, y al ver a las mujeres y a los niños preguntó: "¿Quiénes son esos que traes contigo?". Jacob respondió: "Son los hijos que Dios ha dado a tu siervo". (Génesis 33, 5)
Esaú preguntó: "¿Qué significa todo ese ganado que he encontrado?". Jacob respondió: "Es para hallar gracia a los ojos de mi señor". (Génesis 33, 8)
Esaú dijo: "Yo tengo bastante, hermano mío; que lo tuyo sea para ti". (Génesis 33, 9)
Jacob continuó: "No, por favor, si he hallado gracia a tus ojos, acepta de mi mano ese regalo, porque me he presentado a ti como uno se presenta ante Dios y tú me has recibido bien. (Génesis 33, 10)
Acepta, pues, el regalo que te traigo, porque Dios me ha favorecido y tengo abundancia de todo". Y tanto porfió que Esaú aceptó. (Génesis 33, 11)
Esaú dijo: "Pongámonos en marcha, yo iré junto a ti". (Génesis 33, 12)
Jacob le respondió: "Mi señor sabe que los niños son de tierna edad y que yo tengo que ocuparme de las ovejas y las vacas paridas; si las fuerzo a caminar, en un solo día morirá todo el rebaño. (Génesis 33, 13)
Esaú dijo: "Por lo menos voy a dejar contigo algunos de mis hombres". Jacob respondió: "¿Y para qué? ¡Basta que yo haya hallado gracia a los ojos de mi señor!". (Génesis 33, 15)