Löydetty 289 Tulokset: luz del mundo

  • gobernase al mundo con santidad y justicia y rectamente administrase justicia, (Sabiduría 9, 3)

  • Contigo está la sabiduría, que conoce tus obras, que te asistió al hacer el mundo, y sabe lo que es agradable a tus ojos y lo que es recto según tus mandamientos. (Sabiduría 9, 9)

  • Ella guardó al primer ser formado por Dios, padre del mundo; cuando él todavía era la única criatura, le levantó de su caída, (Sabiduría 10, 1)

  • Pues el mundo entero es ante ti como un granito de arena en la balanza, y como gota de rocío mañanero que cae sobre la tierra. (Sabiduría 11, 22)

  • sino que tuvieron por dioses rectores del mundo al fuego, al viento, al aire ligero, a la bóveda estrellada, al agua impetuosa o a los luceros del cielo. (Sabiduría 13, 2)

  • Y ya al principio, mientras perecían los gigantes orgullosos, la esperanza del mundo refugiada en una barca pilotada por tu mano legó al mundo semilla de una nueva generación. (Sabiduría 14, 6)

  • Por la vanidad de los hombres entraron en el mundo, y por esto está decretado su rápido fin. (Sabiduría 14, 14)

  • Pues aquéllos merecieron ser privados de la luz y ser encerrados en tinieblas por haber tenido prisioneros a tus hijos, por quienes debía darse al mundo la luz incorruptible de la ley. e) La muerte. (Sabiduría 18, 4)

  • En su vestidura talar estaba representado el mundo entero; los nombres gloriosos de los padres estaban grabados sobre las cuatro filas de piedras preciosas, y tu majestad sobre la diadema de su cabeza. (Sabiduría 18, 24)

  • No manifiestan cultura ni sabiduría, ni entienden de proverbios. Pero ellos aseguran el funcionamiento del mundo ocupados en el trabajo de su oficio. (Eclesiástico 38, 34)

  • Por tus cantos, proverbios y parábolas y por tus respuestas, fuiste la admiración del mundo. (Eclesiástico 47, 17)

  • Yo castigaré por su maldad al mundo, a los criminales por sus delitos; acabaré con la arrogancia de los orgullosos y humillaré el orgullo de los tiranos. (Isaías 13, 11)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina