Löydetty 225 Tulokset: mañana

  • Los de Yabés dijeron a Najás: "Mañana nos rendiremos a vosotros y haréis de nosotros lo que os parezca". (I Samuel 11, 10)

  • En cuanto se levantó por la mañana, salió al encuentro de Saúl. Pero le dijeron que Saúl se había ido al Carmelo, que se había levantado allí un monumento, y que, a su regreso, había bajado a Guilgal. (I Samuel 15, 12)

  • El filisteo se acercaba por la mañana y por la tarde, y así durante cuarenta días. (I Samuel 17, 16)

  • le avisó: "Mi padre, Saúl, trata de matarte; ponte en guardia mañana por la mañana; vete a un lugar oculto y escóndete. (I Samuel 19, 2)

  • Aquella misma noche Saúl mandó mensajeros a casa de David para montar vigilancia y matarlo por la mañana. Pero Mical, la mujer de David, le avisó: "Si no te pones a salvo esta misma noche, mañana te matarán". (I Samuel 19, 11)

  • David le respondió: "Mira, mañana es la nueva luna y yo debería sentarme junto al rey para comer. Déjame ir, y estaré oculto en el campo hasta la tarde. (I Samuel 20, 5)

  • Jonatán dijo a David: "¡El Señor, Dios de Israel, sea testigo! Mañana a esta misma hora yo sondearé a mi padre. Si la cosa va bien para David y no mando a avisarte, (I Samuel 20, 12)

  • Jonatán dijo: "Mañana es la nueva luna y se te echará de menos, porque tu puesto estará vacío. (I Samuel 20, 18)

  • Al día siguiente por la mañana, Jonatán salió al campo, según el convenio que había hecho con David. Le acompañaba un muchacho joven. (I Samuel 20, 35)

  • Que Dios me castigue doblemente si, de aquí a mañana, dejo con vida a ningún varón pariente de Nabal". (I Samuel 25, 22)

  • Cuando Abigaíl llegó a su casa, se encontró a Nabal celebrando un banquete regio. Estaba muy alegre y completamente borracho. Ella no le dijo ni una palabra hasta la mañana siguiente. (I Samuel 25, 36)

  • Por la mañana, cuando se le había pasado ya la borrachera, le contó todo lo sucedido. Entonces se le paralizó el corazón, y él se quedó como una piedra. (I Samuel 25, 37)


“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina