Löydetty 1657 Tulokset: nuevo hombre

  • Si entra en vuestra asamblea un hombre con anillo de oro y vestido elegantemente, y entra también un pobre con vestido miserable, (Santiago 2, 2)

  • Veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no sólo por la fe. (Santiago 2, 24)

  • Todos faltamos de muchas maneras. Si uno no falta en las palabras, es un hombre perfecto, capaz de refrenar también todo su cuerpo. (Santiago 3, 2)

  • Elías era un hombre de vuestra misma condición: oró fervorosamente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. (Santiago 5, 17)

  • Oró de nuevo, y el cielo dio la lluvia y la tierra produjo su fruto. (Santiago 5, 18)

  • Bendito sea Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo que llevado de su gran misericordia nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos a una esperanza viva (I Pedro 1, 3)

  • como quienes han nacido de nuevo y no de una semilla corruptible sino incorruptible la palabra viva y eterna de Dios; (I Pedro 1, 23)

  • En efecto, si después de haber escapado de la corrupción del mundo mediante el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo se dejan de nuevo envolver y vencer por ellas, su estado final viene a ser peor que el primero. (II Pedro 2, 20)

  • Queridos míos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino un mandamiento viejo, que tenéis desde el principio: el mandamiento viejo es la palabra que habéis oído. (I Juan 2, 7)

  • Es, por otra parte, también un mandamiento nuevo el que os escribo -que es verdadero en él y en vosotros-; porque se disipan las tinieblas y la luz verdadera brilla ya. (I Juan 2, 8)

  • En esto distinguiréis si son de Dios; el que confiesa que Jesús es el mesías hecho hombre es de Dios; (I Juan 4, 2)

  • Te ruego, oh señora -aunque no te escribo un mandamiento nuevo, sino el que tenemos desde el principio-, que nos amemos los unos a los otros. (II Juan 1, 5)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina