Löydetty 888 Tulokset: primer templo

  • "El primer día del séptimo mes tendréis asamblea santa; no haréis ningún trabajo. Será para vosotros éste el día de las aclamaciones. (Números 29, 1)

  • Partieron de Rameses el día quince del primer mes. Al día siguiente de la pascua, los israelitas salieron con gran poder, a la vista de todo Egipto. (Números 33, 3)

  • El primer día del undécimo mes del año cuarenta, Moisés dijo a los israelitas lo que el Señor le había ordenado, (Deuteronomio 1, 3)

  • el primer marido no podrá volver a casarse con ella, pues se ha vuelto impura; sería una cosa horrenda ante el Señor, y tú no debes manchar con pecados la tierra que el Señor, tu Dios, te da en heredad. (Deuteronomio 24, 4)

  • El pueblo salió del Jordán el día diez del primer mes y fijó su campamento en Guilgal, al este de Jericó. (Josué 4, 19)

  • Y le dieron setenta monedas de plata del templo de Baal Berit. Con ellas Abimelec pagó el sueldo a mercenarios y aventureros que le siguieron. (Jueces 9, 4)

  • ellos salieron al campo, vendimiaron sus viñas, pisaron la uva y organizaron una gran fiesta; entraron en el templo de su dios, comieron y bebieron y maldijeron a Abimelec. (Jueces 9, 27)

  • Cuando los nobles de Torre Siquén lo supieron, se refugiaron en la cripta del templo de El Berit. (Jueces 9, 46)

  • Toda la tropa cortó una rama; siguieron a Abimelec, amontonaron las ramas sobre la cripta del templo y les prendieron fuego. Y perecieron todos los de Torre Siquén, alrededor de mil entre hombres y mujeres. (Jueces 9, 49)

  • Cuando le quitó el pecho, lo llevó consigo al templo del Señor en Silo. Llevó también tres novillos, media fanega de harina y un odre de vino. (I Samuel 1, 24)

  • La lámpara de Dios todavía no estaba apagada, y Samuel dormía en el templo del Señor, donde estaba el arca de Dios. (I Samuel 3, 3)

  • Samuel siguió acostado hasta la mañana, y entonces abrió las puertas del templo del Señor. Samuel tenía miedo de contar a Elí la visión que había tenido. (I Samuel 3, 15)


“Como é belo esperar!” São Padre Pio de Pietrelcina