Löydetty 306 Tulokset: prueba de las aguas amargas
Los vecinos de la ciudad dijeron a Eliseo: "Mira, en esta ciudad se vive bien, como mi señor ve; pero las aguas son malas y esterilizan la tierra". (II Reyes 2, 19)
Y fue al manantial del agua, y echó allí la sal, diciendo: "Esto dice el Señor: Yo saneo estas aguas; no se originará de ellas en adelante muerte ni esterilidad". (II Reyes 2, 21)
Al levantarse por la mañana, cuando el sol reverberaba en el agua, los moabitas vieron a lo lejos las aguas rojizas como sangre, (II Reyes 3, 22)
¿No son acaso el Abana y el Farfar, los ríos de Damasco, mejores que todas las aguas de Israel? ¿No me podría bañar en ellos y quedar limpio?". Dio media vuelta y se fue muy indignado. (II Reyes 5, 12)
Yo he excavado y bebido las aguas extranjeras, y he secado con la planta de mis pies todos los ríos de Egipto. (II Reyes 19, 24)
El resto de la historia de Ezequías, sus hazañas y cómo construyó la alberca y el acueducto para conducir las aguas a la ciudad, está escrito en el libro de los anales de los reyes de Judá. (II Reyes 20, 20)
Los filisteos fueron a Baal Perasín, donde fueron derrotados por David. David dijo: "Dios ha dispersado a mis enemigos ante mí como se dispersan las aguas". Por eso se llamó este lugar Baal Perasín. (I Crónicas 14, 11)
La reina de Sabá tuvo conocimiento de la fama de Salomón, y fue a Jerusalén para ponerlo a prueba con enigmas. Iba revestida de poderío y seguida de una gran caravana de camellos cargados de aromas, oro en abundancia y piedras preciosas. Se presentó a Salomón y le planteó todo lo que pensaba. (II Crónicas 9, 1)
Ezequías fue también quien cegó el manantial superior de las aguas de Guijón y las condujo bajo tierra al lado occidental de la ciudad de David. Ezequías tuvo éxito en todas sus empresas. (II Crónicas 32, 30)
Partiste en dos mitades el mar ante ellos y lo pasaron a pie enjuto, mientras a sus perseguidores los precipitaste en el abismo, como una piedra entre aguas impetuosas. (Nehemías 9, 11)
Salió al campamento de los amonitas, y con ellos cinco mil asirios; llegaron al valle y ocuparon las aguas y las fuentes de los israelitas. (Judit 7, 17)
Queréis poner a prueba al Dios omnipotente, cuando no sabéis nada. (Judit 8, 13)