Löydetty 101 Tulokset: seres vivos

  • Y decía: Ya no veré al Señor en la tierra de los vivos; no veré a nadie más de los habitantes de la tierra. (Isaías 38, 11)

  • Esto dice el Señor, Dios, el que creó los cielos y los desplegó, el que asentó la tierra y sus productos, el que da aliento al pueblo que la habita y soplo a los seres que se mueven en ella: (Isaías 42, 5)

  • Con violencia e injusticia fue apresado; de su causa, ¿quién se cuida? Fue arrancado de la tierra de los vivos, herido de muerte por los pecados de mi pueblo. (Isaías 53, 8)

  • Yo era como un manso cordero que es llevado al matadero, ignorante de las tramas que estaban urdiendo contra mí. "¡Destruyamos el árbol con su fruto, arranquémoslo de la tierra de los vivos y no se recuerde más su nombre!". (Jeremías 11, 19)

  • En el medio aparecía la figura de cuatro seres, cuyo aspecto era el siguiente: presentaban forma humana, (Ezequiel 1, 5)

  • En medio de estos cuatro seres se veían como brazos incandescentes a modo de antorchas que se agitaban de acá para allá entre ellos. Resplandecía el fuego, y del fuego se desprendían fulgores. (Ezequiel 1, 13)

  • Los seres iban y venían lo mismo que el relámpago. (Ezequiel 1, 14)

  • Me fijé en el suelo, y vi una rueda al lado de cada uno de los cuatro seres. (Ezequiel 1, 15)

  • Cuando los seres se movían, iban también las ruedas junto a ellos; y cuando aquéllos se elevaban de la tierra, se levantaban también las ruedas. (Ezequiel 1, 19)

  • Iban hacia donde los impulsaba el espíritu; y las ruedas también se elevaban, porque el espíritu de los seres estaba en las ruedas. (Ezequiel 1, 20)

  • Cuando andaban ellos, andaban las ruedas; y cuando se paraban ellos, se paraban también las ruedas; cuando ellos se elevaban de la tierra, se elevaban también ellas, porque el espíritu de los seres estaba en las ruedas. (Ezequiel 1, 21)

  • Sobre los seres había una especie de firmamento, esplendoroso como un cristal extendido por encima de sus cabezas, (Ezequiel 1, 22)


“O passado não conta mais para o Senhor. O que conta é o presente e estar atento e pronto para reparar o que foi feito.” São Padre Pio de Pietrelcina