Löydetty 259 Tulokset: trabajo en bronce

  • El día octavo tendréis consejo, y no haréis en él ningún trabajo. (Números 29, 35)

  • El oro, la plata, el bronce, el hierro, el estaño y el plomo, (Números 31, 22)

  • Pero el séptimo es descanso para el Señor, tu Dios: no harás en él trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguna de tus bestias, ni el extranjero residente; de esta manera podrán descansar tu siervo y tu sierva lo mismo que tú. (Deuteronomio 5, 14)

  • tierra que te dará el pan en abundancia sin carecer de nada; tierra donde las piedras son de hierro y de cuyas montañas sale el bronce. (Deuteronomio 8, 9)

  • Durante seis días comerás pan sin levadura; el séptimo día habrá asamblea solemne en honor del Señor, tu Dios, y no harás trabajo alguno en él. (Deuteronomio 16, 8)

  • El cielo que está sobre ti será de bronce, y la tierra que pisan tus pies será de hierro. (Deuteronomio 28, 23)

  • ¡De hierro y bronce sean tus cerrojos, y la seguridad te acompañe toda la vida! (Deuteronomio 33, 25)

  • Toda la plata y el oro, todos los objetos de bronce y de hierro serán consagrados al Señor y entrarán en su tesoro". (Josué 6, 19)

  • Después quemaron la ciudad y todo lo que había en ella, a excepción de la plata, el oro y los objetos de bronce y de hierro, que se depositaron en el tesoro de la casa del Señor. (Josué 6, 24)

  • diciéndoles: "Volvéis a vuestras tiendas con grandes riquezas, con muchísimo ganado, con plata, bronce, oro, hierro y con muchos vestidos; repartid con vuestros hermanos el botín de vuestros enemigos". (Josué 22, 8)

  • Los filisteos lo apresaron, le sacaron los ojos y lo llevaron a Gaza. Lo sujetaron con dos cadenas de bronce y le pusieron a moler el grano en la cárcel. (Jueces 16, 21)

  • Llevaba sobre su cabeza un casco de bronce y vestía una coraza de malla, también de bronce, que pesaba sesenta kilos. (I Samuel 17, 5)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina