Löydetty 1006 Tulokset: tribu de Judá

  • Contigo comerciaban Judá y la tierra de Israel; te daban a cambio trigo de Minit, perfumes, miel, aceite y bálsamo. (Ezequiel 27, 17)

  • "Y tú, hijo de hombre, toma un trozo de madera y escribe en él: Judá y los israelitas asociados con ella. Toma luego otro trozo y escribe: José, leño de Efraín, y toda la casa de Israel asociada con él. (Ezequiel 37, 16)

  • les responderás: Esto dice el Señor Dios: Voy a tomar la vara de José, que está en la mano de Efraín y de las tribus de Israel que están con él, y la voy a unir con la vara de Judá, de forma que, unidas en mi mano, sean una sola cosa. (Ezequiel 37, 19)

  • En la tribu en que el extranjero se haya establecido, allí le daréis una heredad, dice el Señor Dios. (Ezequiel 47, 23)

  • Limitando con Rubén, desde la frontera oriental hasta la occidental: Judá, una parte. (Ezequiel 48, 7)

  • Y limitando con Judá, desde la frontera oriental hasta la occidental, estará la porción que reservaréis, de doce kilómetros y medio de ancha y de larga como una de las otras partes, desde la frontera oriental hasta la occidental; en medio de ella se levantará el santuario. (Ezequiel 48, 8)

  • entre la posesión de los levitas y la de la ciudad y entre la porción correspondiente al príncipe, la cual se encuentra entre el territorio de Judá y el de Benjamín. (Ezequiel 48, 22)

  • Las puertas de la ciudad llevarán los nombres de las tribus de Israel. Al norte, tres puertas: la puerta de Rubén, la puerta de Judá, la puerta de Leví. (Ezequiel 48, 31)

  • El año tercero del reinado de Joaquín, rey de Judá, Nabucodonosor, rey de Babilonia, fue a Jerusalén y la sitió. (Daniel 1, 1)

  • El Señor entregó en sus manos a Joaquín, rey de Judá, y una parte de los objetos del templo de Dios. Él los llevó a la tierra de Senaar y los depositó en el tesoro de sus dioses. (Daniel 1, 2)

  • Arioc se apresuró a llevar a Daniel ante el rey, y le dijo: "He encontrado un hombre entre los deportados de Judá que puede indicar al rey la interpretación". (Daniel 2, 25)

  • "Pues bien -respondieron-, Daniel, ese deportado de Judá, no hace caso ni de ti, oh rey, ni de la prohibición que has firmado, sino que tres veces al día hace su oración". (Daniel 6, 14)


“O Senhor nos dá tantas graças e nós pensamos que tocamos o céu com um dedo. Não sabemos, no entanto, que para crescer precisamos de pão duro, das cruzes, das humilhações, das provações e das contradições.” São Padre Pio de Pietrelcina