Löydetty 282 Tulokset: trono

  • Descansó con sus padres y fue sepultado en la ciudad de su padre David. Le sucedió en el trono su hijo Roboán. (II Crónicas 9, 31)

  • Roboán murió y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David. Le sucedió en el trono su hijo Abías. (II Crónicas 12, 16)

  • Abías murió y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David. Le sucedió en el trono su hijo Asá; la tierra gozó de paz durante diez años. (II Crónicas 13, 23)

  • Le sucedió en el trono su hijo Josafat, que se mostró fuerte frente a Israel. (II Crónicas 17, 1)

  • Miqueas replicó: "Escuchad la palabra del Señor: He visto al Señor sentado en su trono y toda la corte del cielo alineada a su derecha y a su izquierda. (II Crónicas 18, 18)

  • Josafat murió y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David. Le sucedió en el trono su hijo Jorán. (II Crónicas 21, 1)

  • Los habitantes de Jerusalén proclamaron rey a Ocozías, el menor de sus hijos, pues todos los demás habían sido asesinados por las tropas árabes cuando invadieron el campamento. Así subió al trono Ocozías, hijo de Jorán, rey de Judá. (II Crónicas 22, 1)

  • Tomó, finalmente, a los jefes de centuria, a los nobles, a cuantos tenían autoridad en el pueblo y al pueblo entero y llevaron al rey del templo al palacio real; entraron por la puerta superior y lo sentaron sobre el trono real. (II Crónicas 23, 20)

  • Joás tenía siete años cuando subió al trono, y reinó cuarenta años en Jerusalén. Su madre se llamaba Sibyá, de Berseba. (II Crónicas 24, 1)

  • Cuando se sintió fuerte en el trono, mató a los siervos que habían asesinado a su padre; (II Crónicas 25, 3)

  • Jotán tenía veinticinco años cuando subió al trono, y reinó dieciséis años en Jerusalén. Su madre, hija de Sadoc, se llamaba Yerusá. (II Crónicas 27, 1)

  • Acaz tenía veinte años cuando subió al trono, y reinó dieciséis años en Jerusalén. No hizo lo que es justo a los ojos del Señor, como su padre David, (II Crónicas 28, 1)


“O amor e o temor devem sempre andar juntos. O temor sem amor torna-se covardia. São Padre Pio de Pietrelcina