Löydetty 282 Tulokset: trono

  • Alrededor del trono había veinticuatro tronos, sobre los que estaban sentados veinticuatro ancianos, vestidos de blanco y con coronas de oro en la cabeza. (Apocalipsis 4, 4)

  • Del trono salían rayos, voces y truenos. Siete lámparas de fuego ardían delante del trono (que son los siete espíritus de Dios). (Apocalipsis 4, 5)

  • Delante del trono había como un mar transparente, como de cristal; en medio del trono y alrededor, cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás. (Apocalipsis 4, 6)

  • Cada vez que los cuatro seres vivientes dan gloria, honor y acción de gracias al que se sienta en el trono y que vive por los siglos de los siglos, (Apocalipsis 4, 9)

  • los veinticuatro ancianos se arrodillan delante del que está sentado en el trono, adoran al que vive por los siglos de los siglos y arrojan sus coronas delante del trono, diciendo: (Apocalipsis 4, 10)

  • Vi en la mano derecha del que está sentado en el trono un libro escrito por las dos caras, sellado con siete sellos. (Apocalipsis 5, 1)

  • Entonces, junto al trono, vi un cordero rodeado de los cuatro vivientes y de los ancianos. Estaba de pie y como degollado. Tenía siete cuernos y siete ojos (éstos son los siete espíritus de Dios enviados por todo el mundo). (Apocalipsis 5, 6)

  • Se acercó y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. (Apocalipsis 5, 7)

  • En mi visión oí la voz de una multitud de ángeles que estaban alrededor del trono, de los seres vivientes y de los ancianos; eran miles de miles, millones de millones. (Apocalipsis 5, 11)

  • Oí que todas las criaturas del cielo, de la tierra, de debajo de la tierra y del mar decían: Al que se sienta en el trono y al cordero la alabanza, el honor, la gloria y el poder por los siglos de los siglos. (Apocalipsis 5, 13)

  • Y decían a las montañas y a las rocas: Caed sobre nosotros y ocultadnos lejos de la cara del que está sentado en el trono y de la ira del cordero; (Apocalipsis 6, 16)

  • Después de esto vi aparecer una gran muchedumbre, que nadie podía contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua. Estaban en pie delante del trono de Dios y delante del cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. (Apocalipsis 7, 9)


“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina