Löydetty 824 Tulokset: vida nueva

  • nos dio vida juntamente con Cristo (pues habéis sido salvados por pura gracia) cuando estábamos muertos por el pecado, (Efesios 2, 5)

  • anulando en su propio cuerpo la ley, sus mandamientos y decretos. Él ha formado de los dos, en su propia persona, una nueva humanidad, haciendo así la paz. (Efesios 2, 15)

  • y su mente oscurecida, apartados de la vida de Dios por su ignorancia y la dureza de su corazón; (Efesios 4, 18)

  • debéis despojaros de vuestra vida pasada, del hombre viejo, corrompido por las concupiscencias engañosas, (Efesios 4, 22)

  • para que seáis felices y tengáis larga vida sobre la tierra. (Efesios 6, 3)

  • Con viva esperanza confío en que en nada seré defraudado, sino que con toda seguridad, como siempre, también ahora Jesucristo será glorificado en mi cuerpo, sea por la vida, sea por la muerte. (Filipenses 1, 20)

  • Pues para mí la vida es Cristo, y la muerte ganancia. (Filipenses 1, 21)

  • Os pido sobre todo que viváis una vida digna del evangelio de Cristo para que, sea que vaya y lo vea, sea que ausente lo oiga, perseveréis firmes en un mismo espíritu, luchando con una sola alma por la fe del evangelio, (Filipenses 1, 27)

  • manteniendo firme la palabra de vida, de modo que pueda presumir en el día de Cristo de no haber corrido ni trabajado inútilmente. (Filipenses 2, 16)

  • que por la obra de Cristo estuvo a punto de morir poniendo en peligro su vida para proporcionarme en vuestra ausencia los servicios que vosotros no me podíais prestar. (Filipenses 2, 30)

  • Y a ti, leal compañero, te ruego que prestes tu ayuda a éstas, que han trabajado mucho en el evangelio conmigo y con Clemente y demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida. (Filipenses 4, 3)

  • Y a vosotros, que estabais muertos por vuestras faltas y por no haber dominado los apetitos carnales, os volvió a dar la vida juntamente con él, y nos ha perdonado todos los pecados. (Colosenses 2, 13)


“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina