Löydetty 1416 Tulokset: viejo hombre

  • o encuentra cosas perdidas y las niega, o si jura en falso en alguna de aquellas cosas en que suele pecar el hombre; (Levítico 5, 22)

  • La piel de la víctima presentada por un hombre para ser ofrecida en holocausto será del sacerdote que la ofrezca. (Levítico 7, 8)

  • El que después de haber tocado una impureza de hombre o animal o cualquier otra cosa impura coma de la carne del sacrificio de reconciliación ofrecido al Señor, será extirpado de su pueblo". (Levítico 7, 21)

  • "Si un hombre o una mujer tienen una llaga en la cabeza o en la barba, (Levítico 13, 29)

  • Si un hombre o una mujer tienen en la piel manchas relucientes y blancas, (Levítico 13, 38)

  • ese hombre es un leproso e impuro. El sacerdote lo declarará impuro, pues lleva la llaga de la lepra en su cabeza. (Levítico 13, 44)

  • Asperjará entonces siete veces al hombre que quiere ser purificado de la lepra y, una vez que lo haya declarado puro, dejará suelta en el campo el ave viva. (Levítico 14, 7)

  • Si el que padece derrames escupe sobre un hombre puro, éste lavará sus vestidos, se bañará y será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 8)

  • Cuando un hombre haya tenido un derrame de semen, lavará con agua todo su cuerpo y será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 16)

  • Cuando un hombre y una mujer se acuesten juntos y tengan relaciones sexuales, los dos se lavarán con agua y serán impuros hasta la tarde". (Levítico 15, 18)

  • Si un hombre se acuesta con ella, contrae la impureza de su menstruación y será impuro durante siete días; todo lecho sobre el que duerma será impuro. (Levítico 15, 24)

  • pondrá las dos manos sobre su cabeza, confesará sobre él todas las faltas de los israelitas, todas sus transgresiones, todos sus pecados y, una vez cargados sobre la cabeza del macho, lo mandará al desierto por medio de un hombre designado para ello; (Levítico 16, 21)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina