3. Luego Ester habló de nuevo en presencia del rey. Cayó a sus pies, lloró y le suplicó que anulara los planes perversos que Amán, el agaguita, había maquinado contra los judíos.





“Lembre-se de que você tem no Céu não somente um pai, mas também uma Mãe”. São Padre Pio de Pietrelcina