30. Después, el que se había entregado por entero, en cuerpo y alma, combatiendo en primera línea por sus compatriotas, el que había conservado hacia ellos el afecto de su juventud, mandó cortar la cabeza y un brazo entero de Nicanor, y ordenó que los llevaran a Jerusalén.





“Todas as percepções humanas, de onde quer que venham, incluem o bem e o mal. É necessário saber determinar e assimilar todo o bem e oferecê-lo a Deus, e eliminar todo o mal.” São Padre Pio de Pietrelcina