Jeremías, 48
10. ¡Maldito el que ejecuta con negligencia el trabajo del Señor! ¡Maldito el que aparta su espada de la sangre!
10. ¡Maldito el que ejecuta con negligencia el trabajo del Señor! ¡Maldito el que aparta su espada de la sangre!
“Devo fazer somente a vontade de Deus e, se lhe agrado, o restante não conta.” São Padre Pio de Pietrelcina