36. Por eso mi corazón lanza un quejido por Moab como una flauta; mi corazón lanza un quejido como una flauta por la gente de Quir Jaréset. Por eso se han perdido las ganancias que habían obtenido.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina