Jeremías, 50
15. ¡Lancen alaridos a su alrededor! Ella se rinde, caen sus bastiones, se derrumban sus murallas. ¡Esta es la venganza del Señor! ¡Vénguense de ella, háganle lo mismo que ella hizo!
15. ¡Lancen alaridos a su alrededor! Ella se rinde, caen sus bastiones, se derrumban sus murallas. ¡Esta es la venganza del Señor! ¡Vénguense de ella, háganle lo mismo que ella hizo!
“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina