Jeremías, 50
2. ¡Anúncienlo entre las naciones, proclámenlo, no lo oculten! Digan: ¡Babilonia ha sido tomada! ¡Bel se ha cubierto de vergüenza! ¡Marduc ha sido destrozado! ¡Sus estatuas han sido humilladas, están destrozados sus ídolos!
2. ¡Anúncienlo entre las naciones, proclámenlo, no lo oculten! Digan: ¡Babilonia ha sido tomada! ¡Bel se ha cubierto de vergüenza! ¡Marduc ha sido destrozado! ¡Sus estatuas han sido humilladas, están destrozados sus ídolos!
“Imitemos o coração de Jesus, especialmente na dor, e assim nos conformaremos cada vez mais e mais com este coração divino para que, um dia, lá em cima no Céu, também nós possamos glorificar o Pai celeste ao lado daquele que tanto sofreu”. São Padre Pio de Pietrelcina