Números, 7

31. Él presentó como ofrenda una fuente de plata, que pesaba ciento treinta siclos, y un tazón de plata, de setenta siclos -en siclos del Santuario- ambos recipientes llenos de harina de la mejor calidad, amasada con aceite, para una oblación;

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El Capítulo 7 de los números trata de la dedicación del altar del tabernáculo por parte de los líderes de las tribus de Israel. Cada líder presenta ofertas y sacrificios para consagrar el altar y expresar su devoción a Dios. Los versos relacionados con los temas de este capítulo son:

Éxodo 29:37 - "Siete días harás expiación por el altar, y lo santificarás, y el altar será más santo; todo lo que toque el altar será santo". Este versículo habla sobre la importancia de santificar el altar, que es el tema principal del Capítulo 7 de los números.

Levítico 9:22-24 - "Aaron levantó sus manos hacia la gente y lo bendijo. Después de ofrecer la oferta de pecado, el Holocausto y la oferta de comunión, se cayó. Moisés y Aaron entraron en la tienda de la reunión. Cuando ellos. Izquierda, bendecieron a la gente, y la gloria del Señor se le apareció a todos los pueblos ". Este versículo habla sobre la ceremonia de dedicación del Tabernáculo en general, que es similar a la dedicación del altar descrito en los números 7.

Salmo 51:17 - "Los sacrificios agradables para Dios son el Espíritu roto; corazón compuesto y contrito, no lo despreciarás, oh Dios". Este versículo habla sobre la importancia de la actitud del corazón en relación con los sacrificios, que es un tema importante en los números 7.

Hebreos 13:15 - "A través de Jesús, por lo tanto, ofrecamos a Dios un sacrificio de alabanza, que es el resultado de los labios que confiesan su nombre". Este versículo habla sobre cómo, en el Nuevo Testamento, el sacrificio de alabanza ha reemplazado los sacrificios de los animales como una forma de adoración a Dios.

Romanos 12:1 - "Rezo, hermanos, por la compasión de Dios, para presentar tus cuerpos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, que es tu adoración racional". Este versículo habla sobre cómo la vida cristiana debe ser una oferta viva y continua de adoración a Dios, que es un tema relacionado con la dedicación del altar en los números 7.