10. ¡Desgraciados, porque han puesto su esperanza en cosas muertas, los que llamaron dioses a obras fabricadas por las manos del hombre, al oro y la plata trabajados con arte, a figuras de animales, o a una piedra sin valor esculpida por una mano antigua!





“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina