15. ya que tuvieron por dioses a todos los ídolos de las naciones, que no pueden valerse de los ojos para ver, ni de las narices para respirar, ni de los oídos para oír, ni de los dedos de las manos para tocar, y cuyos pies no sirven para caminar.





“Que Jesus o mergulhe no esplendor da Sua imortal juventude.” São Padre Pio de Pietrelcina