Salmos, 130

2. ¡Señor, oye mi voz! Estén tus oídos atentos al clamor de mi plegaria.

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El Salmo 130 es un salmo de lamentación que habla sobre el bien del salmista en Dios en medio de su angustia y necesidad de perdón. Él reconoce que Dios es misericordioso y suplica su gracia y redención. A continuación hay cinco versos de la Biblia que se relacionan con los temas de este salmo:

Salmo 51:1-2: "Hay misericordia para mí, oh Dios, de acuerdo con tu amabilidad; mis transgresiones borran, de acuerdo con la multitud de tus misericordias. Me lava completamente de mi iniquidad y me limpia de mi pecado". Este verso es una solicitud de perdón y purificación similar al tema del Salmo 130.

Isaías 43:25: "Yo mismo, soy lo que elimino tus transgresiones por mí, y tus pecados no recuerdo". Este versículo muestra la misericordia de Dios de perdonar los pecados y olvidarlos, dando esperanza al salmista en el Salmo 130.

Salmo 103:8-9: "El Señor es misericordioso y compasivo, paciente y lleno de bondad. No nos trata de acuerdo con nuestros pecados, ni regresamos a nuestras iniquidades". Este versículo enfatiza la misericordia y la compasión de Dios, que es importante para el salmista en el Salmo 130.

Jeremías 33:8: "Los purificaré de toda la iniquidad con la que pecaron contra mí; perdonaré todas sus iniquidades, con las que pecaron y transgredieron contra mí". Este versículo habla del perdón que Dios ofrece a su pueblo, que es relevante para el salmista en el Salmo 130.

Efesios 1:7: "En él tenemos redención por su sangre, la remisión de delitos, según las riquezas de su gracia". Este versículo habla del perdón que Jesús trajo a la humanidad a través de su sacrificio en la cruz, algo que el salmista en el Salmo 130 puede tener esperanza.