Salmos, 144
7. Extiende tu mano desde lo alto, y líbrame de las aguas caudalosas; sálvame del poder de los extranjeros,
7. Extiende tu mano desde lo alto, y líbrame de las aguas caudalosas; sálvame del poder de los extranjeros,
“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina